Mi abuela siempre dice: “No te cases ni te embarques, ni de tu casa te apartes”, un refrán que deberíamos pensarlo bien. Obviando todo lo espiritual y emocional del matrimonio como tal y eso, también dicho acto viene generalmente acompañado a un futuro de un cambio físico más que evidente y no precisamente para mejor.
Es por ello que les dejo aquí algunos casos desenfrenados que encontré en la web de muchachas que, bueno, también han cambiado un poco. Esto que les sirva de advertencia y así no les toma por sorpresa en un futuro.
Prepárense, esto es lo que pasa cuando te casas...
No te recomiendo que hagas clic en esas imágenes, te decepcionarás al ver la verdad en su tamáño original... ¡Jajaja!
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