Gerard Cortez es más que un simple blogger común y corriente, es un chico divertido de 24 años que estudia comunicación social (mención: Publicidad) en la UCAB, le mete seriamente a eso de ser Director Creativo, se apasiona al hacer Coolhunting en las calles de su país y de los países que él ha visitado. En su tiempo libre, se da la libertad de escribir lo que quiera desde el viernes 9 de febrero de 2007 en su blog, que ahora está alojado en el dominio de: www.gerardcortez.com.

Música, cine y moda son algunos de los temas que más le podemos leer a Gerard con toda propiedad ya que siempre escribe de una manera muy irreverente divertida sobre lo que en verdad sabe, además que tiene muy buen gusto. Antes, también publicaba sus opiniones sobre ciertos temas sociales y tal, al igual que críticas y desahogos muy personales pero ahora ya no lo hace tan seguido pero igual sigue manteniendo activo su blog y de una manera muy interesante con sus contenido tan rebelde y bien trabajado, logrando así capturar la atención a los más de 400 seguidores que tiene en su blog solo en su cuenta de blogspot, pero me imagino que muchos más lo deben leer sin haberse hecho seguidores de él como tal en su cuenta.

Sinceramente, yo de moda no se mucho pero después que comencé a leer a Gerard y a otros fashionblogger de habla hispana fui aprendiendo poco a poco sobre el tema y "agarrándole el gustico" a leer sobre ese tipo de temas y a estar bien informado sobre ello. Yo a él no lo conozco personalmente, solo lo leo en su blog y lo sigo en su twitter (@stalkgerard) pero solo con leerlo y eso, me cae muy bien. No sé, sus posts reflejan una personalidad muy entretenida y llena de ocurrencias locas. No tiene miedo a expresarse o a ser como es, y eso es algo que me cae muy bien.

En fin, los invito a que visiten su blog titulado "No me odies, soy Gerard", lean todos los posts que puedan, comenten en sus favoritos y compártanlo con sus amistades para que también disfruten de todo el contenido que ahí se encuentra. Él y su blog son el vivo ejemplo de cuando la arrogancia se vuelve divertida.